Cuidados para las luces de tu auto
Transitar con las luces dañadas puede resultar molesto e incluso peligroso, tanto para los demás conductores como para nosotros mismos, así como para los peatones.
Poner atención a los pequeños detalles, es decir, asegurarnos de que todo funcione como debe ser antes de que algún componente se arruine, es la clave para ahorrar dinero y mantener el auto en buen estado.
El sistema de iluminación se compone no solo por los faros y calaveras, sino de una serie de componentes responsables de hacer que todo funcione: fusibles, cables, arneses y focos.
Cada marca ha desarrollado y diseñado sus componentes de manera particular, sin embargo, el mayor cuidado que requieren estos componentes es buen trato y limpieza.
En cuanto a los arneses, quienes se encargan de energizar faros, calaveras y luces direccionales, siempre están expuestos al calor del motor, agua o polvo, así que no está por demás limpiarlos y revisar su estado.
Los focos, bulbos, LEDs y balastras son componentes con desgaste continuo por lo que es normal que en algún momento dejen de funcionar. Sin embargo, se deben cambiar inmediatamente de que se note la falla. A excepción de los autos premium, el costo de estos componentes es relativamente accesible y la instalación es muy sencilla.
La parte externa y la «cara» del sistema de iluminación son los faros, calaveras, antinieblas y direccionales, pero si todo lo anterior no funciona, cualquiera de estos puede llegar a ser inservible.
Verifica que todos los componentes de tu auto estén en buenas condiciones, sobre todo porque la iluminación es un tema de seguridad importante para todos.