Cuando cambiar los discos del sistema de frenado
Sabemos que el principal dispositivo de seguridad de un auto es el sistema de frenado, ya que su correcto funcionamiento está en reducir la velocidad y lograr detener el vehículo en el tiempo y espacio adecuados para evitar una colisión.
Por esto, todos los componentes que integran el sistema de frenos juegan un papel de suma importancia en la seguridad, pero sin duda sobresale la importancia de los discos de frenos, que junto con las pastillas, son los elementos que al friccionar de manera adecuada logran reducir la velocidad del auto.
La parte mecánica de fricción del sistema de frenado la componen las pastillas y los discos y por ello, la calidad de los mismos debe ser certificada según las normal SAE, OEM, EPA y NTC.
El uso normal del sistema de frenado hace que los discos se desgasten de manera natural, sin embargo existe un límite de seguridad que es importante respetar, y es que una vez que se desgasta el 10% de su espesor original es el momento de sustituirlos.
Por otro lado, si te preguntas cuando es óptimo cambiar discos y pastillas a la vez, el momento adecuado es cuando el disco se sobrecalienta o cuando el desgaste lo hace necesario. También cabe resaltar que cuando el sistema hace ruidos constantes al presionar el pedal de freno, normalmente se debe a un desgaste excesivo de las pastillas, lo que puede derivar en daños en los discos. De igual manera, si se presenta vibración en el pedal de freno o en el volante al momento de frenar, es probable que los discos se hayan desgastado, lo que comprometería su eficiencia.
Debido a la importancia del equipo de seguridad, es imprescindible tener la certeza de que los componentes que se utilicen tengan los sellos internacionales de calidad: SAE, Sociedad Estadounidense de Ingenieros; OEM, fabricante de equipo original: y EPA, Agencia Estadounidense del Medio Ambiente.
Tips adicionales
- Los discos de frenos deben sustituirse cada 60 mil a 80 mil kilómetros de uso, o lo que el fabricante del vehículo sugiera.
- Los discos no deben presentar rayaduras, ni coloración tornasol.
- Una rectificación de discos de frenos nunca deben exceder el 10% del grosor original.
- El material de los discos de frenos debe estar libre de metales pesados.
- El buen funcionamiento de los frenos depende de los hábitos de manejo del conductor y de la frecuencia del mantenimiento.