FERRARI TESTAROSSA

El Salón de París de 1984 fue testigo del regreso del glorioso Testarossa, como heredero del 512 BBi. El diseño de Pininfarina rompía con cualquier tradición y era tan llamativo como innovador. Las tomas de aire laterales tenían un tamaño mayor que las del modelo precedente, que daban lugar a enormes aletas que se convirtieron en el elemento más característico de este Ferrari. El Testarossa tomaba su nombre de la historia de la compañía, concretamente de los exitosos deportivos de competición de finales de los cincuenta, el 500 y el 250 Testa Rossa. El nombre Testarossa en italiano significa Cabeza Roja, y hace referencia al color en que están pintadas las tapas de la distribución en los coches de carreras.

 

Uno de los elementos estilísticos que provocó reacciones contradictorias fue el retrovisor exterior individual montado sobre pilar del parabrisas en el lado del conductor. Algunas personas pensaban que el largo soporte aerodinámico de doble brazo tenía un efecto desestabilizador en el coche, y por eso varios propietarios lo «corrigieron» añadiendo otra unidad igual en el lado del pasajero.

Diseño

La carrocería estaba ensamblada sobre un chasis con una distancia entre ejes de 2.550 mm, que tenía un código el referencia interno F 110 AB 100. El modelo estuvo disponible tanto con volante a la izquierda como a la derecha y, por primera vez en una década, se produjo también un Ferrari de 12 cilindros para el mercado americano. El Testarossa había sido diseñado desde el principio como un vehículo para todos los mercados mundiales. Las llantas de aleación de serie tenían cinco brazos en forma de estrella e, inicialmente, tenían sólo una tuerca central cromada, que en 1988 se reemplazó por cinco tornillos de sujeción, al tiempo que se hacían otros cambios en el interior.

Contaba con llantas de distinta anchura delante y detrás, con unas dimensiones de 8J x 16″ en el eje delantero y de 10J x 16″ en el posterior. Se colocó una rueda de repuesto de emergencia bajo el capó delantero.

Producción 

El Testarossa se mantuvo en producción, con muy pocos cambios visuales, durante siete años, hasta finales de 1991, momento en que fue reemplazado por el 512 TR. Durante ese periodo se fabricaron 7.177 unidades, con un rango en los números de chasis que iba del 53.081 al 91.923.

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